Lourdes Sánchez tiene una cola re pirata

Lourdes Sánchez no puede tener ese orto y encima sentarse arriba de la silla y mirarte como preguntándote “te gustaría que me siente así arriba tuyo?” Y encima provoca con la bandera inglesa, como llamando a todos los piratas al abordaje de esas cachas. “Tengo muchos jueguitos para ratonear” dice la morocha bailarina de Tinelli, “me gusta empezar la previa afuera y después terminar en casa.” Y acabar en su casa es el comienzo de una adicción a ese ojete correntino imposible de superar. “En la cama soy mortal” asegura la petisa, “si prueban conmigo no hay vuelta atrás, seguro van a querer volver.”

“Por la calle recibo mucho apoyo” dice la correntina, “tuve suerte de estar con Tinelli, que todo lo que toca lo hace oro.” Y viendo el dorado que asoma, parece que le tocó la tanga!

Con el Chato tuvimos una crisis grande y me enojé. Después volvió con una propuesta de casamiento y le di otra oportunidad, pero todavía espero el anillo.” Y vos con Lourdes también esperás el anillo, no el de oro sino el de cuero, porque al ver esa cola sobre la silla no podés esperar para bajarle la cabeza y correr esa bombacha al costado para ver ese asterisco en todo su esplendor, sin nada que impida se lo dejes como la boca de Ronald McDonald luego de hacerle la cajeta feliz. “Para calentar soy de jugar en distintos lugares” dice la correntina desde la silla, “tengo jueguitos con los que ratoneo todo el tiempo, hago ese tipo de previas afuera y después las termino en casa.” O sea, llegás al depto con la nena ya

húmeda y a punto de caramelo, lista para estrolar contra la pared y destrozarle la bandera pirata que lleva por bombacha a modo de provocación. Porque la onda de Lourdes jugarla de inocente y después sacar a relucir la sexópata que lleva adentro. “En la cama como mujer soy un arma mortal” dice la petisa y con la combinación de ojos pícaros y ojete asesino es para creerle, “cuando me prueban no hay vuelta atrás.” Es que un petardo mirándote con esos ojos de nena viciosa debe ser inolvidable, y ni hablar si te da de comer de esa milanga que mostró en Playboy, el sabor de esas cortinas de bife correntino te marca el cerebro para siempre. “Yo en la cama dejo huella” afirma la morocha, “si probás conmigo y después me enojo, vas a querer volver, el recuerdo de esa intimidad te mantiene unido.” Más que unido, ese orto es para entrarle y quedar abotonado!

Según la vende Lourdes, para hacer tuya esa colita tenés que ser un pibe tranquilo con intenciones serias. “Me gusta el hombre cariñoso y atento, que me diga ‘te amo’ todos los días y se quiera casar” explica la petisa, aunque reconoce que esa es la teoría, pero en la práctica es diferente. “El Chato es todo lo contrario y me parece que justamente por eso me gusta” reflexiona Lourdes, “en la tele afloja un poco, pero después se olvida de lo que dijo y vuelve a ser el malvado Capitán Frío.” Y para derretirlo Lourdes hace fotos hot, porque lejos de ponerse celoso, le calienta ver las producciones. “Se fué a ver el Mundial y me dejó sola, así que traté de vengarme haciendo estas fotos” dice la morocha, “pero no funcionó porque ni se mosquea al verme, al contrario, quiere que salga desnuda porque se ratonea con eso.”